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Si pasar horas horneando rollos de canela perfectos no te asusta, esta receta es perfecta para ti. Rollos de Canela de Auyama, son bastante sencillos y prácticos de hacer, son riquísimos e ideales para la merienda familiar. Sigue el paso a paso de Receta Venezolana y consiente a tu familia.
Preparación: 3 horas
Cocción: 35 minutos
Cantidad: 8 - 10 Unidades
Dificultad: Bajo
Ingredientes para la receta de Rollos de Canela de Auyama:
Para la masa
- 120 g de auyama
- 80 ml de leche
- 30 g de mantequilla
- 5 g de levadura fresca
- 30 g de azúcar refinada
- 1 cucharadita de nuez moscada
- 1 cucharadita de sal
- 1 huevo
- 300 g de harina de fuerza
- 100 g de aceite
- 100 ml de agua
Para el relleno
- 100 g de Azúcar morena
- 45 g de Mantequilla
- 1 cucharadita de clavo molido
- 1 cucharadita de nuez moscada
Para el Glaseado
- 2 tazas de azúcar glas
- 5 cucharadas de agua o leche
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
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Preparación de la receta de Rollos de Canela de Auyama:
La Masa
- Lavar y cortar en trozos la auyama; ponerla en un recipiente con agua que la cubra y cocinarla a fuego medio hasta que esté tierna.
- Escurrir con cuidado la auyama, quitar la cáscara y machacar con un tenedor para hacer un puré grueso. Reservar.
- Poner una olla a fuego bajo con la leche y la mantequilla hasta que esté derretida. Esto nos tomará unos 5 minutos aproximadamente.
- Agregar la levadura cuando la mezcla esté tibia, a unos 25 °C o 77 °F aproximadamente, para que se fermente. Reservar.
- Poner el puré de auyama, azúcar, nuez moscada y la pizca de sal en un recipiente grande; remover con unas varillas hasta mezclar todo.
- Añadir la mezcla de leche, mantequilla y levadura que se estaba fermentando.
- Batir el huevo y añadirlo a la mezcla anterior.
- Mezclar todo enérgicamente hasta que esté bien integrado y homogéneo.
- Añadir la harina poco a poco y mezclar. Si la mezcla se va poniendo muy gruesa, continuar con la ayuda de una espátula.
- Sacar la masa del recipiente y colocarlo en la encimera previamente enharinada, continuar integrando mientras amasa.
- Estirar la masa y plegar sobre sí misma, giramos 90 grados y volvemos a hacer lo mismo durante 10 minutos o hasta obtener una masa uniforme.
- Dejar reposar la masa en un recipiente previamente untado de aceite y cubrir con un papel film en contacto con la masa para que no salga costra.
- Colocar en un sitio cálido durante 90 minutos o hasta que doble su volumen.
El Relleno
- Derretir la mantequilla en un recipiente apto para microondas durante 1 min y añadirle el azúcar y las especias del relleno. Mezclar todo y reservar.
Los Rollos
- Sacar la masa del recipiente cuando haya duplicado su volumen y trabajar en una superficie untada con aceite.
- Estirar la masa dándole forma rectangular y apretando con los nudillos para desgasificar y volvemos a plegar haciendo una bola.
- Estirar con ayuda de un rodillo la masa de nuevo en forma de rectángulo de unos 2 cm de grosor.
- Pintar la superficie de la masa con la mezcla de mantequilla y especias que tiene reservada.
- Enrollar la masa por el extremo largo y dejar algo de holgura pues crecerán después un poco más.
- Humedecer con agua el borde para poder pegar bien la masa y que no se abran los rollos durante el horneado.
- Cortar los rollos intentando no deformarlos mucho con ayuda de un cuchillo bien afilado.
- Colocar los rollos en un molde, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina, separados entre sí con una distancia de 3 cm.
- Tapar con un paño y volver a dejar levar en un lugar cálido por 45 min o hasta que dupliquen su volumen.
- Precalentar el horno a 190 °C o 375 °F, 10 minutos antes de finalizar el levado de los rollos.
- Meter los rollos en el horno por 25 minutos a una altura media.
El Glaseado
- Mezclar en un recipiente los ingredientes del glaseado y mezclar hasta lograr una pasta algo grumosa.
Armado
- Sacar los rollos del horno, cubrir inmediatamente con el glaseado y dejar enfriar sobre una rejilla dentro del molde.
- Servir y disfrutar.
Curiosidades:
- La historia de Halloween empieza con nabos, ya que los irlandeses convertían los nabos en lámparas en alusión a la leyenda de Jack. Cuando la tradición llegó a Estados Unidos, encontraron un fruto más fácil de tallar que era la calabaza o auyama.