
No existe nada más venezolano que la arepa, aunque el algunos sitios la llamen tostada. Aquellos que por diversas razones tuvieron que emigrar a lugares en donde no se consigue la harina precocida, saben a lo que me refiero; es necesidad mezclada con nostalgia y ansias por saborear una rica y sencilla arepa venezolana con mantequilla y queso.
La historia de nuestra arepa se remonta a la época precolonial, cuando los grupos indígenas sembraban, cosechaban, sancochaban y molían el maíz para convertirlo luego en una masa que extendían en sus budares para asarlas y obtener el equivalente a un pan. Durante muchos años el procedimiento fue ese, por esa razón era muy común ver pilones en las casas de los pueblos, que luego se convirtieron en elementos decorativos y para recordar con nostalgia esa actividad tan dura, pero a la vez gratificante.
¡Se acabó La Piladera!
A mediados de los años 50 del siglo pasado, se creó la fórmula para industrializar la harina de maíz, ahorrando el gran trabajo de cultivar, cosechar y moler, reduciendo la preparación a solo añadir agua, algo de sal y amasar para darle forma a ese tan deseado producto que marca la identidad de los venezolanos en el mundo. ¡Se acabó La Piladera! rezaba el eslogan que promocionaba la nueva harina de maíz precocida.
Sin embargo, la tradición no ha muerto. En los pueblos se siguen preparando la masa de maíz de la forma tradicional para preservar las costumbres y culturas gastronómicas, pero ciertamente es un trabajón..!! Por ejemplo la arepa raspada es la que se elabora remojando los granos de maíz y cocinándolos con cal y/o cenizas para ablandarlos y molerlos; en cambio la arepa pelada es la que se elabora con un grano al que se le retira la concha golpeándolos con un mazo sobre un soporte alto y hueco de madera y luego se procede a cocinar con cal y/ cenizas. No está fácil..!!
Gracias a la tecnología y el mercadeo, se popularizó la harina de maíz precocida, que ahorraba muchísimo el trabajo de preparar arepas, convirtiéndolo en un ingrediente esencial para muchas recetas, pero indudablemente la reina es la arepa. Ahora bien, ¿con qué me la como? Esta pregunta no es tan difícil de responder, ¿o sí? Hasta la mitad del siglo XX la costumbre era comer la arepa como un pan, picándola en trozos y empapándola en algún guiso o poniéndola en las sopas. Después de la industrialización de la harina de maíz, comienza el hábito de rellenarlas. Pero una vez que la arepa esta hecha las posibilidades son infinitas y los rellenos han dado origen a nombre particulares.
Por su forma de cocción también hay variedad; asadas que se cocinan en un budare o sartén bien caliente; fritas con un huequito en el centro para que se cocinen mejor en el centro, o se asan primero, se dividen en dos tapas y se fríen por separado; horneadas a las que previamente se les hace concha en un budare o sartén, pero se cocinan en el horno, y las arepas sancochadas, que se elaboran dándole a la arepa la forma tradicional, se envuelven en una tela de algodón como de pañales y se sumergen en agua hirviendo por unos 5 minutos, luego se sacan y se llevan al horno para secarlas.
Como si no fuera suficiente, también alíñamos o saborizamos la masa, entonces tenemos arepas cuya masa se han mezclado con chicharrón o ají dulce finamente picado, con anís y papelón, con queso, con plátano maduro, etc. También están aquellas arepas que no tienen mucha relación con el maíz, porque no es un ingrediente fundamental (más que, en algunos casos para dar un poco de consistencia a la masa), pero que por su forma se llaman arepas como la de auyama, ocumo, yuca o hasta la arepa andina.
Algunos tipos de Arepa Venezolana
Nuestra forma de consumir la arepa es inigualable, y nuestra creatividad para darle giros inesperados de sabor y color, le ha permitido salir de las fronteras y posicionarse como uno de los alimentos más completos, lo que le ganó ser catalogada en el 2015 como el desayuno más completo y nutritivo en un ranking de 18 platos mañaneros. Pero, este plato no está excento de controversias, la hermana republica de Colombia ha querido nacionalizar la arepa atribuyéndose la autoría de la harina precocida, aunque se reconoce que se consume ampliamente, es fácil deducir que nuestro producto pudo migrar a través de las fronteras llaneras.
Estos son algunos de los rellenos más populares para nuestras Arepas
Lo cierto es que la Arepa es tan venezolana como el Turpial o el Araguaney, es nuestro símbolo patrio gastronómico, se consume en todo el territorio y además se ha convertido en un importante producto de exportación identificando la idiosincrasia del venezolano con tan noble y humilde producto salido de nuestra cultura y tradición gastronómica.